LoveStories.

Ella era felíz, iba por la vida buscando a su media naranja hasta que un día, ella tocó su puerta. Todo había empezado en una fiesta y continúo en seguidas charlas por teléfono, todo parecía perfecto, al menos de la manera en que ella lo veía, creía haber encontrado su media naranja, el complemento perfecto que le hacía falta a su vida. Y así fue por un par de meses, hasta que llegó el día, el día como el que todos dicen 'todo tiene su final' y así fue, el final llegó.
Ella se sintió engañada, desepcionada, no quería ni volver a escuchar la palabra amor.
Despues de casi un año, en un encuentro entre amigos conoció a alguien nuevo, cuando lo vió recordó lo antes sucedido y se decía no volver a enamorarse. Luego de ciertas charlas con esa persona se sintió segura, segura de que no la lastimaría, y mucho menos la engañaría. Ellos se encontraron muchas cosas en común, después de conocerse mejor, optaron por ir más allá de una amistad y así lo hicieron. Otra vez todo parecía perfecto, ellos veían todo color de rosa. Esta vez, ella estaba muy segura de que si iba a funcionar. Después de dos meses de ver todo perfecto como muchos saben esa frase; 'todo tiene un final', ocurrió lo que ella menos imaginaba en esta historia, y sí el final nuevamente llegó. Se sintió una ilusa, una credula, en sí, desepcionada nuevamente. Se cansó de ser siempre la que termina mal.
Tras casi dos años de esa historia, ella comenzó a hablar con una nueva persona, alguien que entró a su vida como un nuevo amigo. Hablaron todos los días hasta que concluyó el verano, tenían todo en común, se sentían como hermanos separados, es más, así se decían. Compartieron tardes juntos, charlas hasta la madrugada, fiestas e incluso malos momentos. En una de esas eternas conversaciones que tenían, comenzaron a verse de otra manera, más allá que amigos, más allá que hermanos, obviamente ninguno de los dos dijo nada. Después de unos días ella decidió confesar lo que sentía esperándo siempre una respuesta positiva, y así fue. Ella era felíz con el, el era felíz con ella, ERAN FELICES.
Ella núnca se había sentido de tal manera, vivía recordándose ese dicho de 'la tercera es la vencida'. Todo parecía tal cual ese dicho. Fueron felíces durante seis meses, ella estaba cada vez más convencida de que está vez si, la tercera es la vencida. Pero además de ese dicho positivo está el otro, repetido en las dos historias anteriores, TODO TIENE SU FINAL. Y como tantas veces llegó, ese horrible final, llegó.
Ella era una chica segura, siempre trataba de ver el lado positivo a las cosas, pero esto del amor terminó con su optimismo. ADIOS A LA TERCERA VENCIDA, ADIOS AL AMOR ¡ADIOS A TODO LO QUE TENGA QUE VER CON AMAR!
Con el tiempo lo aceptó, lo superó, y volvió a ver la vida con optimismo, ella perdonó al amor por tantas traiciones pero NÚNCA olvido. Ella siguió, sabiendo que no existe el amor eterno y al fín entendió que no debe aferrarse a las cosas.
Iba por la vida sin involucrar al amor en ella, porque nada quería saber con eso.
Muchísimo tiempo después, alguien que estuvo siempre a su lado, que núnca la dejo sola, que estuvo en buenos y malos momentos, en las buenas era su amigo y en las malas era su hermano, le confesó su amor por ella, ella sentía lo mismo pero esta vez su mente dijo ¡No, otra vez lo mismo no! y así lo hizo, por más que ella sintiera infinitas cosas por el, esta vez se dijo no, en la misma historia no, en el mismo sufrimiento no. Si la tercera NO fue la vencida, la cuarta tampoco iba a serlo. El se decidió a esperarla, y así fue, cinco meses la esperó.
Pero por más que el corazón de ella diga un sí, su respuesta fue un no, creyendo en que todo tiene su final y que los finales, al menos los de ella, no son buenos. Puede que esta vez sea la verdadera vencida, que ella sea Julieta y el sea el perfecto Romeo pero, ¿quién sabe?.
En el día de hoy, ella espera a su Romeo, espera el amor de su vida, ese que la comprenda y la escuche. Como verán, aún no llega.

¿Mejor tarde qué núnca no es verdad?

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