5 de junio de 2010

De repente te das cuenta que el pasado va dejando huellas en tu camino, el presente va pisando tus talones; y el futuro corre muy a prisa. Entre ese sendero de marcas sobre la arena, dejé un amor posible junto a un abrazo y un beso; mis esperanzas de ser cada día alguien mejor, solo por tenerlo junto a mí. Dejé.. ¿qué dejé? un sueño que iba fabricando a medida que los dos lo creabamos. Te dejé en el pasado, junto a mi alma herida.
Hoy, solo tengo un miedo que me atormenta cada noche, las ganas de encontrar la felicidad, las ansias de ir perdiendo día a día un gramo de tristeza hasta por fin dejar de sentir melancolía. Tengo el maquillaje gastado de tanto usarlo, una mascara a punto de romperse de ser la que uso todos los días; tengo una sonrisa a punto de caducar.
Cuando hablo de mi futuro, no existen palabras. Solo dejo que el tiempo juegue a su manera, aunque la mayoría de las veces me desepcionó. No me gustan sus elecciones, pero yo tampoco las puego elegir. Solo espero un gran amor, alguien en quien poder recostarme sobre sus brazos y sentirme protegida, amada. Espero.. que detrás de todo lo malo, llegue algo que me llene de alegría.Y me decidí a no buscar más, nunca fui buena para esas cosas; siempre fracaso.
Sé que algún día, no sé cuando, va a llegar todo eso que vengo esperando hace tiempo para poder llenar cada espacio vacío de mi corazón, reparar las heridas de este cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario